Sunday, October 21, 2007

Retorno vacacional



“Yo no he salido de Marrakech, pero conozco el mundo entero”-me dijo Youssef, el camarero de la paradita de comida de Jema’ el Fna de la que me convertí en asidua. Si han estado en La Place, sabrán a qué se refería. Junto a los encantadores de serpientes, las bandas de música improvisada, los carteristas y los niños que esnifan pegamento, millares de turistas pasean sus hinchados traseros, supracostosas cámaras de video y gafas de sol cada día. Vierten con ellos unos valores esterilizados, importados de civilizaciones que hacen cola solo para contraer una sólida miopia cultural y viajar cuando el jefe se lo permite. Les adoctrinaron para motivarles el deseo de viajar con compañías baratas y regatear unos dólares en zonas donde el salario mínimo de un mes equivale al semanal de su hijo, que trabaja a media jornada en Pizza Hut, para así sentirse afortunados. Volverán a casa diciendo: “En Marruecos hay mucha pobreza”. Y retomarán el puesto en la oficina mostrando a los compañeros las fotos que sacaron a hurtadillas de camellos y de personajes urbanos que circulan las medinas, demasiado viejos o despistados como para rechistar.
Viajar a solas evidencia el germen de nuestros prejuicios. Se acentúa la percepción del entorno desde el vituperio más interno e insobornable, asi como lo receptivo a todo tipo de encontronazos azarosos. Pero si algo ha ocupado mi pensamiento estos días moros han sido las parejas de turistas. Ya en la sala de espera de la puerta de embarque del aereopuerto de Edimburgo reparé en la imagen de un hombre y una mujer que, separados por un equipaje situado en el asiento de en medio de ambos, comían bocadillos parecidos. Ni se miraban ni existía comunicación alguna entre ellos, así que pensé que era curioso que dos desconocidos cenaran a la vez algo similar. Después, en el avión, resultaron ser mis compañeros de viaje y no pude evitar sobrecogerme cuando me dí cuenta de que iban juntos, a pesar de que mientras el vuelo duró, no se dirigieron palabra. Ella leyó durante las 3 horas un libro sobre el embarazo.
Quizá este incidente condicionó el resto de mis vacaciones y de algún modo he observado con escepticismo el comportamiento parejil. Porque novios de vacaciones, hay muchos, vayan donde vayan parece ser la tipología de turista más extendida. Y cuanto más los miro, más me doy cuenta de lo empobrecedor que es viajar con pareja. Desmotivados, desencantados, desengañados, desconfiados, desprovistos y otros muchos des que desbordan lo peor de cada uno. Ni si quiera una cultura tan absorvente como la musulmana es capaz de desviar ni un segundo su mirada, ocupada en observar el ombligo del otro. Si apartan sus ojos será solo para enfatizar una queja acerca del calor, la comida o vigilar, porque eso sí, ni el recelo ni la posesión les darán esquinazo. La desvinculación con lo que los rodea les vuelve aún más dependientes con el otro, porque están aislados, distanciados del entorno poco familiar y el miedo a lo desconocido se soluciona aferrándote a lo conocido. Los celos, ese mal necesario para impedir la evolución del otro, juegan aquí un papel demoledor. “No mires a esa” “Qué puto calor” “Cuenta el cambio bien, que seguro que nos ha timado” “Deja de comerte las uñas” “A saber de qué está hecho ese kebab” parecen ser las frases más utilizadas en las conversaciones? grabadas en las paredes marroquíes. Pero cuando la cámara enfoca, una amplia sonrisa para la eternidad.
Youssef habrá visto el mundo entero, pero la mitad de los turistas que poblaban su stan, no han salido del comedor de su casa.

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13 Comments:

At 11:22 PM, Blogger el loco oficial said...

Antes de nada me alegra mucho su vuelta.
Sé que para usted este viaje ha sido importante y que le ha sacado mucho jugo.
Creo que aquí la etiqueta turista va al pelo, es una de las pocas que pegaría una y otra vez (y eso que en uno de mis últimos post lanzaba invectivas contra el "etiquetado"). Odio los turistas !
Siempre me han gustado los refranes, por ejemplo: dios los cría y ellos se juntan...y es que veo a la pareja del avión tras su descripción o a los turistas parejiles de los que hablas y me solivianto leñe! A mí en general las parejas me parecen un coñazo, imáginate viajando, el mal se multiplica exponencialmente...en muchos casos como dice usted tan acertadamente no ven más allá de las narices, no ya propias, sino de su "amado/a"
En fin Pussy, el miedo también juega un papel importante en toda esta historia...
Aún así matizaría en algunos casos, para no caer en la generalización, y algunas parejas se enriquecen mutuamente...pero conozco pocas: 2, 3..
Un beso Pussy, y welcome back.

 
At 4:43 AM, Blogger Enrique Ortiz said...

Qué bien que haya vuelto, Pussy. Como leo, sus dotes de observación y análisis son, si cabe, mejores. Delicia pura el post, pura delicia. Un beso.

 
At 8:00 AM, Blogger Estrellita Mutante said...

Se le ha echado de menos por aquí (Craig Thompson) tiene un diario de viaje de cuando estuvo solo por Marruecos, me lo ha recordado usted.

Si es verdad que hay parejas terribles, pero otras muchas personas no necesitan a otro para estar desmotivados, desencantados, desengañados, desconfiados o desprovistos.

 
At 8:01 AM, Blogger Miriam G. said...

¡Que bien que esta aquí de nuevo! El post me ha sobrecogido, y me encantaría poder quitarte la razón pero es así tantas veces. Yo prefiero mil veces las parejas que se gritan y montán unos pollos del copón para después reconciliarse.

Un beso, Miriam G.

 
At 8:58 AM, Blogger Higronauta said...

¡Ah!¿Pero el turismo no consiste en esa parafernalia enfatizada de presuponer un olvido de la cotideanidad, por el mero hecho de salir del país, y hacer un bonito diario de viaje fotográfico de la felicidad intrínseca de cada uno (o cada dos), con paisaje al fondo, para luego poder vanagloriarse a la vuelta con allegados y compañeros laborales de lo mucho que uno (o dos) viaja(n) y lo mal que está todo allende de nuestras fronteras?

Ironías a parte, lo de impregnarse de la cultura y la sociedad de donde uno fuera enguarra mucho, y, ya nadie recuerda aquella máxima de "allá donde fueres, haz lo que vieres". Llámelo prepotencia primermundista/patria, llámelo miedo, pero, la verdad, es que con el paso de los años se demuestra que las cintas de don Soria, La ciudad no es para mí y El turismo que gran invento, son claros reflejos sociológicos del turista medio.

Welcome back!

 
At 9:26 AM, Blogger saricchiella said...

Yo lo que no entiendo es el afán que tiene la gente de gastarse un pastizal en viajes si no lo van a disfrutar... con la cantidad de sitios bonitos a los que se puede ir en coche, y sin cambiar moneda siquiera. Ya son ganas de pasarlo mal, digo.

Por cierto, miss Pussy, le recomiendo el Cuaderno de Viaje de Craig Thompson del que hablaba Estrellita Mutante, que lo leí hace poco y me gustó mucho. El hombre también estuvo en algunas ciudades europeas, pero pasó más tiempo en Marruecos. Y los dibujos molan mogollón.

Saludos :)

 
At 11:28 AM, Blogger Aura said...

Oh, que alegría volverla a ver por aquí...

Y sobre mis experiencias viajando sola, he de decirle que hay algo peor que constatar la pobreza de ánimo de muchas parejas, y son "los matrimonios con hijos". Sí, sobre todo los "más jóvenes", los que quieren mostrar a su progenie los avatares de la cultura turística. Pasan diez minutos en un edificio sagrado, hacen la fotografía, y a comprar un recuerdo.... Ecs.

 
At 1:55 PM, Blogger Werewolfie said...

"¿Que qué opino de los turistas? Pues no lo sé, no los conozco a todos", parafrasearía servidora. Yo soy casi como Kant, en ese sentido... con alguna pequeña licencia. Y me alegra verla de nuevo por aquí, Pussy.

 
At 4:28 PM, Blogger ramonkarlos said...

Hola, cari. ¿Has visto a Morocco Mole?

 
At 9:49 PM, Blogger Cayetana Altovoltaje said...

Brutal. Welcome back! De todos modos, esa distinción tan manida entre "turista" y "viajero" es fundamentalmente clasista. Y podría explicar esto en cinco volúmenes, pero mejor compráis mi tesis cuando la acabe.

 
At 8:45 AM, Blogger Markitos said...

A veces viajar solo es mejor que ir acompañado, por que terminas haciendo lo que quieres sin dar explicaciones, en el caso que quieras darlas.

Pero arrastar a alguien para que vea una iglesia u otra cosa, cuando lo único que quiere es tomar el sol desde las 8 de la mañana o ir de compras.....resulta molesto.

 
At 4:39 PM, Blogger Premini said...

Me encanto tu relato.
Espero que la hayas pasado bien Pussy.

 
At 11:29 PM, Anonymous Anonymous said...

Me encantes

 

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